-"Mi abuela me llama mucho por teléfono para pedirme que vaya a platicar con ella.
Yo voy poco y en ocasiones siento que me molesta su forma de ser.
Ya sabes como son los viejos: cuentan las mismas cosas una y otra vez.
Además, nunca me faltan compromisos: que el trabajo, que los niños, que los amigos...-"Yo en cambio..." - le dijo su compañera - "...platico mucho con mi abuela.
Cada vez que estoy triste, voy con ella; Cuando me siento sola, cuando tengo un
problema y necesito fortaleza, acudo a ella y me siento mejor.
-"Caramba..." se apenó la otra ... Eres mejor que yo.
-"No lo creas, soy igual que tú" respondió la amiga con tristeza,...
Visito a mi abuela en el cementerio. Murió hace tiempo, pero mientras estuvo
conmigo, tampoco yo iba a platicar con ella y pensaba lo mismo que tú.
No sabes cuanta falta me hace su presencia, cuanto la echo de menos y cuanto la
busco ahora que ha partido. Si de algo te sirve mi experiencia, platica con tu abuela, hoy que todavía la tienes, valora su presencia resaltando sus virtudes, que seguro las tiene y trata de hacer a un lado sus errores que de una forma u otra ya forman parte de su ser.
No esperes a que este en un panteón, porque ahí la reflexión duele hasta el fondo del alma, porque entiendes que ya nunca podrás hacer lo que dejaste pendiente, será un hueco que nunca podrás llenar.
"No permitas que te pase lo que me pasó a mi".
En el automóvil, iba pensando la muchacha en las palabras de su amiga.
Cuando llegó a la oficina, dijo a su secretaria:
-"Comuníqueme por favor con mi abuela, no me pase mas llamadas y también modifique mi agenda porque es muy probable que este día, se lo dedique a ella!"
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